El la vió primero aquel dia. Ella no quiso detenerse mucho en su mirada, se dejó guiar por su intuición, la cual le estaba mostrando la realidad tal cual era, la vida de él estaba llena de compromisos y ocupaban toda su atención, sus ganas de vivir, sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, sus proyectos de vida. Igualmente ella notó su presencia sin contarle a nadie, igualmente nada impidió a él observarla ese día, igualmente nada le impidió a ella dejarse ver.
Por un tiempo se olvidó, hasta que recibió noticias verificando su "disponibilidad", era separado.. por lo tanto aceptó conocerlo e inmediatamente surgió la primera cita.
Por un tiempo se olvidó, hasta que recibió noticias verificando su "disponibilidad", era separado.. por lo tanto aceptó conocerlo e inmediatamente surgió la primera cita.
Salieron para conocerse... ese mismo día él le robó un beso, ella ya no quiso despegarse de él y así dejarse robar infinitas veces.
Se encantaron mutuamente, se llenaron de otros besos, de ganas de quererse, de compartir, en fin … de tantas otras cosas.. de sentirse queridos, sentirse indispensables el uno para el otro.
Se encantaron mutuamente, se llenaron de otros besos, de ganas de quererse, de compartir, en fin … de tantas otras cosas.. de sentirse queridos, sentirse indispensables el uno para el otro.
A ella, él la deslumbró con su personalidad, su sonrisa, su entusiasmo, su interés, su seguridad, su transparencia, sus ganas de compartir sin miedos. Eso él le trasmitía y de eso ella se enamoró, si...porque ella se enamoró, el se entusiasmó.
Se fue ilusionando, estaban compartiendo tanto y tan intenso... así se había dispuesto desde un principio y ella no lo quiso rechazar, ¿porqué hacerlo si se sentía tan feliz? Porque no conocer a sus hijos, sus amigos? Porque no?
Lo quiso tal cual era y a pesar de temer por ser una experiencia llena de desafíos lo siguió queriendo cada día más.
Lo quiso tanto y lo sintió tan cerca .... que su corazon se separó de la razón y abrió sus puertas automáticamente mostrándose tal cual era, sin miedos. Así de cerca lo sintió un dia… así de lejos lo sintió luego, ese último día que lo vió.
Al notarlo apagado y con desesperanza, decidió contarle sobre experiencias de su vida sin entrar en mucho detalle, su intención fue animarlo a seguir adelante y trasmitirle que con amor y ayuda la vida se encara de otra forma, que siempre se está empezando de nuevo y siempre hay tiempo para levantarse. Ella no lo quería convencer de nada, sino que eran parte de sus creencias y valores y así se lo quiso hacer saber.
También contó sobre sus experiencias pasadas para hacerle saber que estaba con él por elección, que a pesar de la situación que el vivía de incertidumbre laboral, ella le daba valor a otras cosas, a las cosas de las que se enamoró de él justamente, que nada tenían que ver con lo material.
Le explicó que aún habiendo tenido lo que cualquier mujer sueña, sino se tenía el compañero que la hiciera feliz a su lado de nada servirían las comodidades, eso también era parte de sus valores, y así se lo hizo saber.
También le dijo que lo que más quería era tener a su lado alguien que no dudara que ella fuera lo mejor para su vida...como mujer, no así que fuera lo más importante, ese lugar desde el primer dia que lo conoció supo que no iba a ser de su pertenencia, lo tenía más que claro. Ese lugar estaba ocupado por sus hijos y así lo aceptó y quiso que siguiera siendo así, no estaba en su interés cambiarlo.
Ella ese día le habló de sus sueños, pero él parece nunca haber entendido lo que a ella le hacía feliz. El no se sintió capaz de complacerla en un futuro, el no siguió entendiendo lo que a ella le hacía feliz.
Ella sabía lo que quería para su vida, para su presente y para su futuro, el tenía costumbre de pensar antes en todos menos en él, por lo tanto no pensaba igual. Dijo estar viviendo el momento, ella venía muy cansada de esa frase, así que dispuso que no había mas nada que hablar.
El se sintió responsable de no poder brindarle mucho para poder recorrer el camino que ella en algún momento de su vida tendría que transitar, ella dijo no saber vivir sin ilusión, era parte de su naturaleza.
Al expresarlo tan claramente, de alguna forma quizas estaba exigiendo reciprocidad y él se asustó, era toda una responsabilidad, ella no quiso exigirle nada.
El no tenía muchas cosas claras ni situaciones definidas, también la experiencia de su fracaso matrimonial aún ocupaban gran lugar en su vida, ella le estaba complicando la existencia, se convirtió en un problema más para él. El miró hacia atrás y concentró su atención en sus miedos, no quería revivir su historia anterior, el tenía que resolver mucho aún. Ella prefirió mirar hacia delante a pesar de lo que eso implicaría, quedarse sin él.
Ella cerró las puertas de su corazón y nuevamente quedó hermético. Cree haber perdido la virtud por la cual se sentía única ante los demás.... la capacidad de volver a encantar, de hacer reir al otro, de sentirse cómplice con alguien.
Por las mañanas su almohada está húmeda y al despertar hace de cuenta que nada pasa, intenta no recordar el motivo, y así prosigue su día entero, esperando se pase el tiempo poniendo energías en desafíos que nada tienen que ver con el corazón, ese es su espíritu.
La sensación de alegría que le queda es la de saber que es lo que quiere para su vida, el no tener la necesidad de manipular a nadie para conseguir de alguna forma lo que anhela, lo que no quiere resignar.
Ahora deberá enamorarse una vez más de la vida y hacer de cuenta que nada de esta historia sucedió. Bien sabe ella que lo que le pasa hoy, ya se le pasará y que el tiempo lo cura todo, bien sabe ella que puede levantarse infinidad de veces más. Bien sabe ella que esta etapa es inevitable cuando uno arriesga.
Quizas en parte se siente responsable de haber querido abrirle los ojos... pero sin haberlo querido le nubló la mente.
Ella ahora le quiere hacer caso a la intuición, ya verificó que nunca se equivoca, le muestra las cosas tal cual son.
Ella ahora se remite a los hechos, no a las palabras, tal cual él le enseñó.
Se fue ilusionando, estaban compartiendo tanto y tan intenso... así se había dispuesto desde un principio y ella no lo quiso rechazar, ¿porqué hacerlo si se sentía tan feliz? Porque no conocer a sus hijos, sus amigos? Porque no?
Lo quiso tal cual era y a pesar de temer por ser una experiencia llena de desafíos lo siguió queriendo cada día más.
Lo quiso tanto y lo sintió tan cerca .... que su corazon se separó de la razón y abrió sus puertas automáticamente mostrándose tal cual era, sin miedos. Así de cerca lo sintió un dia… así de lejos lo sintió luego, ese último día que lo vió.
Al notarlo apagado y con desesperanza, decidió contarle sobre experiencias de su vida sin entrar en mucho detalle, su intención fue animarlo a seguir adelante y trasmitirle que con amor y ayuda la vida se encara de otra forma, que siempre se está empezando de nuevo y siempre hay tiempo para levantarse. Ella no lo quería convencer de nada, sino que eran parte de sus creencias y valores y así se lo quiso hacer saber.
También contó sobre sus experiencias pasadas para hacerle saber que estaba con él por elección, que a pesar de la situación que el vivía de incertidumbre laboral, ella le daba valor a otras cosas, a las cosas de las que se enamoró de él justamente, que nada tenían que ver con lo material.
Le explicó que aún habiendo tenido lo que cualquier mujer sueña, sino se tenía el compañero que la hiciera feliz a su lado de nada servirían las comodidades, eso también era parte de sus valores, y así se lo hizo saber.
También le dijo que lo que más quería era tener a su lado alguien que no dudara que ella fuera lo mejor para su vida...como mujer, no así que fuera lo más importante, ese lugar desde el primer dia que lo conoció supo que no iba a ser de su pertenencia, lo tenía más que claro. Ese lugar estaba ocupado por sus hijos y así lo aceptó y quiso que siguiera siendo así, no estaba en su interés cambiarlo.
Ella ese día le habló de sus sueños, pero él parece nunca haber entendido lo que a ella le hacía feliz. El no se sintió capaz de complacerla en un futuro, el no siguió entendiendo lo que a ella le hacía feliz.
Ella sabía lo que quería para su vida, para su presente y para su futuro, el tenía costumbre de pensar antes en todos menos en él, por lo tanto no pensaba igual. Dijo estar viviendo el momento, ella venía muy cansada de esa frase, así que dispuso que no había mas nada que hablar.
El se sintió responsable de no poder brindarle mucho para poder recorrer el camino que ella en algún momento de su vida tendría que transitar, ella dijo no saber vivir sin ilusión, era parte de su naturaleza.
Al expresarlo tan claramente, de alguna forma quizas estaba exigiendo reciprocidad y él se asustó, era toda una responsabilidad, ella no quiso exigirle nada.
El no tenía muchas cosas claras ni situaciones definidas, también la experiencia de su fracaso matrimonial aún ocupaban gran lugar en su vida, ella le estaba complicando la existencia, se convirtió en un problema más para él. El miró hacia atrás y concentró su atención en sus miedos, no quería revivir su historia anterior, el tenía que resolver mucho aún. Ella prefirió mirar hacia delante a pesar de lo que eso implicaría, quedarse sin él.
Ella cerró las puertas de su corazón y nuevamente quedó hermético. Cree haber perdido la virtud por la cual se sentía única ante los demás.... la capacidad de volver a encantar, de hacer reir al otro, de sentirse cómplice con alguien.
Por las mañanas su almohada está húmeda y al despertar hace de cuenta que nada pasa, intenta no recordar el motivo, y así prosigue su día entero, esperando se pase el tiempo poniendo energías en desafíos que nada tienen que ver con el corazón, ese es su espíritu.
La sensación de alegría que le queda es la de saber que es lo que quiere para su vida, el no tener la necesidad de manipular a nadie para conseguir de alguna forma lo que anhela, lo que no quiere resignar.
Ahora deberá enamorarse una vez más de la vida y hacer de cuenta que nada de esta historia sucedió. Bien sabe ella que lo que le pasa hoy, ya se le pasará y que el tiempo lo cura todo, bien sabe ella que puede levantarse infinidad de veces más. Bien sabe ella que esta etapa es inevitable cuando uno arriesga.
Quizas en parte se siente responsable de haber querido abrirle los ojos... pero sin haberlo querido le nubló la mente.
Ella ahora le quiere hacer caso a la intuición, ya verificó que nunca se equivoca, le muestra las cosas tal cual son.
Ella ahora se remite a los hechos, no a las palabras, tal cual él le enseñó.
Seguramente los dos encontraran quien los abrace nuevamente....
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